No es tan difícil comenzar de cero.

Limítate a empezar por quererte si aún no lo haces. El empezar de cero no es borrar aquellas personas que te componen o que forman gran parte de tu pasado de una manera satisfactoria, sencillamente, empieza por intentar lograr tus metas pese a las dificultades.
Hazlo con calma, pero sin saturar tu mente con las posibilidades de que todo salga mal en el intento.
Ten optimismo en cada paso que des, y si en alguna ocasión pierdes el equilibrio, no dudes en apoyarte en ese hombro que tienes a cada lado para sostenerte evitando o al menos amortiguando el golpe.
Cada segundo de tu vida, podrá llegar a significar una bonita anécdota para recordar, o por el contrario, esos segundos parecerán días mientras te ahogas en una pena momentánea, aún así, nunca olvides que la vida es un transcurso de experiencias y que de ellas se obtienen factores que te enriquecen como persona.
Busca la manera de complacer a los demás, pero también de complacerte a ti mismo/a queriéndote.
Sé feliz, no des por perdidas las batallas cuando la esperanza aún sigue vigente.

Todo ser vivo tiene su alma de superviviente, ahora, es el momento de que recapacites y te veas capaz de atravesar el mas largo río, o escalar la más alta montaña.
Ten confianza en ti, y en los que hacen de tu existencia, el mayor regalo.

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